literatura infantil.

La literatura infantil ofrece propuestas para jugar y explorar con los más pequeños el mundo que nos rodea, tanto dentro como fuera de las páginas. 

A todos nos ha ocurrido entrar en una librería de literatura infantil y quedarnos pasmados ante el despliegue de libros, ¿verdad? No es para menos. La edición de libros para niños y niñas pasa por un boom y esto son muy buenas noticias. ¿Quieres saber por qué? Te cuento los trucos para disfrutar de la lectura compartida con los más pequeños.

Leer con peques, una gran idea

Una de las preguntas que se repiten en las escuelas infantiles es: «¿Cómo puedo hacer que mi hijo o mi hija se aficione a los libros?». Las ventajas de la lectura desde la primera infancia son bien conocidas y nada desdeñables. Leer estimula la imaginación, facilita el desarrollo de la concentración y genera un vínculo con la persona adulta que los niños y niñas necesitan, al principio, para descubrir los libros. 

Por lo menos, hasta que alcanzan ese grado de autonomía necesario para moverse por las páginas y descifrar su contenido. Incluso después, una vez alcanzada la autonomía lectora, el momento de la lectura compartida sigue siendo clave para la comunicación con los más pequeños. Si hemos creado la rutina de leer juntos, será más fácil abordar con ellos los temas que sobre los que queremos hablar, y contamos para ello con la inestimable ayuda de los escritores de literatura infantil. 

Elige el momento para disfrutar juntos de la literatura infantil

¿Cuál es vuestro momento de leer juntos? Aunque el cuento de antes de dormir es un clásico, hay otros en los que disfrutar de esos libros que requieren estar bien despiertos. Incluso la hora del baño puede ser apropiada para introducir los libros en la rutina de los más pequeños (en este caso, con libros de plástico). 

Lo importante es disfrutar juntos, y la literatura infantil lo pone muy fácil. Aunque eso sí, también hay que leer a los niños y no forzar que pasen tiempo leyendo o escuchando historias si en ese momento no les apetece. Quizás un título determinado no encaja con tu peque en ese momento, o simplemente tiene ganas de moverse o hacer otra cosa. 

No pasa nada. Cada rutina tiene su ritmo y el gusto por los libros infantiles se va adquiriendo poco a poco: si tiene libros adecuados a su alcance y los identifica con pasar un buen rato contigo, es más que probable que acabe por pedirlos. 

Leer y jugar (o cómo introducir los libros en la rutina de los niños)

Los escritores de literatura infantil han creado propuestas para que los más pequeños disfruten de los libros —ojo, no solamente leyéndolos: los libros para niños y niñas son también para jugar, para explorar y descubrir, para interactuar de mil maneras. 

Y es que un libro es una cosa especial, pero cuando los nuevos lectores son muy pequeños, aún no tienen claro de qué tipo de objeto se trata, cómo se utiliza, para qué sirve. Para que esto ocurra, los peques necesitan al comienzo una persona adulta que ejerza de guía

¿Te animas? Esta persona que lee con ellos ha de mostrarles que, al abrir las tapas de un libro, comienzan a ocurrir cosas. ¿Cómo hacer que disfruten de los libros?

Literatura infantil: Cuentos infalibles y cómo contarlos

¿Cómo puedo conseguir que un niño pequeño se aficione a leer? Hay algunos atajos y algunos trucos, como elegir libros con los que los niños y niñas puedan conectar en el momento en que están, tanto en lo relativo a su desarrollo como a sus intereses

Si el libro que leemos con ellos tiene palabras o imágenes demasiado complejas, es más probable que pierdan el interés. Por el contrario, si el mensaje es asimilable y además trata de temas o figuras que les son cercanos o les hemos presentado, es muy posible que te encuentres leyéndoselo doscientas o trescientas veces. 

Cualquier lista de libros está siempre incompleta, pero allá voy. Estos dos hacen magia con los más pequeños y me parecen perfectos para que se aficionen a leer. ¡Suerte! Ya me contarás cómo te va con ellos:

  1. Un libro, de Hervé Tullet, editado por Kókinos

Hay libros para niños y niñas que no cuentan una historia, sobre todo entre los que se orientan a las primeras etapas del desarrollo, a los más pequeños. Son libros infantiles con los que podemos acercar este objeto a los niños de un modo que les resulte familiar y divertido. Este es un clásico, y cuando tus peques lo descubran entenderás por qué. 

¿Que de qué trata? Bueno, empieza con un círculo amarillo. Un bonito círculo amarillo que ocupa el centro de la página. En sí, no es nada especial, pero aquí entras tú, guía de la lectura.

  • El truco (o cómo leer con niños pequeños): 

Podemos empezar simplemente enseñándoselo a nuestro pequeño lector. Y sorprendernos también cuando se sorprenda, y hacerle preguntas para involucrarle en la lectura: ¿Te gusta el amarillo? ¡Ah, mira, un momento! También pone algo: «Pulsa el círculo amarillo y pasa la página». ¡Ostras! ¿Lo hacemos? ¿Quieres probar tú? 

La idea del libro es jugar. El autor nos da todas las claves para disfrutar pasando las páginas: cada vez que seguimos las instrucciones, ocurre algo sorprendente (los círculos se mueven, se multiplican, cambian de color…). Juega tú también: mueve el libro cuando los círculos se descoloquen, pregúntale qué cosas rojas hay en la habitación donde leéis o qué animales verdes se le ocurren… Es un título ideal para disfrutar con los peques.

  1.  No es una caja, de Antoinette Portis, editado por Kalandraka.

Al tratar con niños nos damos cuenta de que, algunas veces, las cosas son lo que son, y muchas otras son algo muy diferente. Este es un libro para imaginar, jugar y explorar con los más pequeños.

Está dibujado con un trazo sencillo y tiene un único personaje: un conejo que juega con una caja. Por supuesto, en realidad no es una caja, es cualquier cosa. En el libro y, si te animas, también fuera.

  • El truco: 

Lo vais a pasar fenomenal con el conejo y la caja. Según pasamos las páginas, esta se convierte en un coche de carreras, un cohete o una montaña. El peque con quien leemos puede ir anticipando, formulando hipótesis antes de cada escena y sorprenderse con lo que viene. 

Además, podemos tener a mano una caja según contamos el cuento e ir reproduciendo las aventuras del conejo a medida que avanzamos en la lectura (que los niños y niñas se muevan mientras leemos con ellos no es ningún problema, al contrario). 

Y si no tenemos una caja, basta un cojín. O cualquier otra cosa. Al fin y al cabo… No es una caja

Como ves, hay muchas posibilidades para ayudar a los más pequeños a iniciarse en el mundo de los libros y, de paso, pasar con ellos un rato estupendo. 

2 pensamientos en "Literatura infantil: Libros para leer… Y mucho más"

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